Secuencias matutinas para despertar tu energía natural

Comienza de pie, con los pies juntos o separados al ancho de las caderas. Distribuye el peso uniformemente en ambos pies. Activa ligeramente los músculos de las piernas. Alarga la columna, relaja los hombros hacia atrás y hacia abajo, y mantén los brazos a los lados del cuerpo.

Respira profundamente, sintiendo cómo tu cuerpo se eleva con cada inhalación y se ancla con cada exhalación. Permanece aquí durante 3-5 respiraciones completas.

Inhala y eleva los brazos hacia los lados y por encima de la cabeza, juntando las palmas si es cómodo para ti. Alarga toda la columna hacia arriba, sintiendo cómo te estiras desde los talones hasta las puntas de los dedos.

Mantén los hombros relajados, lejos de las orejas. Mira hacia arriba si es cómodo para tu cuello. Respira profundamente 2-3 veces en esta posición.

Exhala y flexiona desde las caderas, no desde la cintura, llevando el torso hacia las piernas. Si es posible, coloca las manos en el suelo junto a los pies o toma los tobillos. Dobla ligeramente las rodillas si es necesario.

Relaja el cuello y deja que la cabeza cuelgue pesadamente. Respira profundamente, sintiendo cómo la columna se alarga con cada inhalación y profundizando en la flexión con cada exhalación.

Inhala y levanta el torso hasta la mitad, extendiendo la columna hacia adelante. Mantén las manos en el suelo, en las espinillas o en las rodillas. Mantén la espalda plana y la mirada dirigida hacia adelante.

Esta postura crea espacio en la columna y prepara el cuerpo para el siguiente movimiento. Respira profundamente una vez en esta posición.